martes, octubre 20, 2015

Yo, ya me desnude... ¿y tu?

¡Desnúdate!

Ciertamente la sola idea nos aterra –a muchos-. Vernos expuestos ante la gente, inclusive, puede llegar a generar pánico.
Y comento esto porque hace algún tiempo leí que el escritor vive la fantasía de poder desnudarse al mundo en cada escrito, nota o capítulo que muestra, y es totalmente cierto, porque aunque en lo que escribimos no hablemos de nosotros mismos  y en lugar de ello demos vida a personajes y escenarios “ficticios”, ahí estamos hablando totalmente de nosotros.
Démonos cuenta que la naturaleza de un cuento o novela es, casi siempre, un espejo de lo que, antes o ahora siente y vive el escritor. Y la mayoría de las veces llega a ser tan exitosa porque quienes la leyeron se identificaron con él e hicieron suyo ese libro.

Hace poco más de un año emprendí la aventura de hacerle caso a esa voz interior que constantemente nos habla y nos cuenta nuestros mas profundos deseos.
 Me inscribí en el curso de re-creación literaria en Fábrica Literaria de Felipe Montes aquí en Monterrey.
Había visto que el nombre original de éste curso en algunos otros lugares es “Creación Literaria” y, en cuanto vi que en éste lugar lo titulaban diferente, para mi, fue motivo suficiente para animarme y acallar un poco los típicos miedos que me acompañan.
De ellos hablaré en otro post, pues aquí les quiero compartir que, el estar en la Fábrica me ha ayudado muchísimo.
Es común que siempre pensemos que somos los únicos en el mundo que pasamos, vivimos y sentimos ciertas cosas en su mayoría respecto a cómo creemos que debemos vivir nuestra vida y la confianza para mostrarnos como realmente somos.
Recuerdo que el primer día que entré a la Fábrica Literaria estuve sorprendida durante toda la sesión… ahí estábamos mas de 20 personas con los mismos sueños, inquietudes y almas llenas de letras que por una u otra razón no habíamos dado a conocer y a demás no sabíamos como.

La oportunidad de estar y pertenecer a Fabrica Literaria me enseña                  -constantemente- a recordar que no podemos huir a lo que somos, muy por el contrario, si lo enfrentamos, nuestra vida se vuelve mas rica, provechosa y   puedo decirlo, con mayor salud física y emocional.
A demás, aprender que los miedos son buenos y que en lugar de tenerles miedo podemos aceptarlos pues ellos nos van a catapultar hacía donde siempre soñamos estar, aún y cuando éste deseo por momentos se encuentre en la realidad alterna de un libro.


Es importante atreverse a soñar, pero es de vida o muerte hacer algo con esos sueños, ponerlos a trabajar y si, para ello te tienes que desnudar… ¿Qué esperas?