viernes, julio 08, 2016

MOTIVACIÓN.

Pienso que no hay que buscarla, hay que construirla... 
Sí, me gusta pensar eso porque qué tal que paso toda mi vida buscándola y por mi perfecta imperfección de sentir que nada es suficiente 
llego a mis 100 años y siento que nunca la encontré.

Creo que tomar la decisión de construirla es mas lógico, coherente, realista y responsable. 

Lo que construyes lo tienes, 
y si lo tienes lo sientes, 
ahí, 
aquí, 
cerca, 
en tus ojos, 
en tus manos, 
a tus pies y en el alma.

La motivación como aliada, 
como maestra y amiga… 
pero, ¡cuidado! que ella es tímida, 
si uno no le llama ella se queda quieta y callada.

Entonces hay que hablarle, 
cada día, 
todos los días, 
despacio y muy cerquita al oído 
y agradecerle solo porque es y porque está.

La motivación como 
camino, 
testigo y destino. 

Como inicio y final.

Construirla es tarea de Valientes y no, 
no cualquiera puede.