martes, noviembre 17, 2015

Star Wars para todos.


 Hace unos días que me preguntaban el por qué de mi fascinación por la saga de Star Wars/Guerra de las Galaxias si no soy una geek. La verdad es que, primero tuve que preguntar que significaba ser “geek”. Y ahora sé que éste término se utiliza para nombrar así a los amantes de la tecnología y la informática, entonces ahora puedo decir que todos tenemos un poco de geeks.

No hace mucho tiempo que vi por primera vez Star wars. Y lo primero que me recomendaron fue ver las películas por orden de aparición… es decir, Star wars episodio IV, V y VI y después los episodios I, II y III. Fue lo mejor que puede hacer alguien que sería la primera vez que ve ésta película.
En cuanto la vi, supe que Star Wars sería la primer película que verían mis hijos, incluso si son mujeres. Algunas personas me han preguntado el porque de saltarme a todas las princesas de Disney… simple e irónicamente Star wars me parece la película mas real y ficticia a la vez.


Las lecciones de vida que ahí nos dan son únicas y todas encaminadas al desarrollo y autoestima del ser humano. Quien las haya visto podrá saber que no miento. Y esto esto como padres es difícil enseñarlo a los hijos y qué mejor que por medio de una película ellos puedan saber que: la fuerza los acompaña.

Algo que me encanta -a demás de todo- es que en ésta saga no tenemos al típico súper héroe que todos idolatramos en cuanto lo conocemos.
En mi muy humilde y 0-cero geek forma de pensar, tenemos una joya cinematográfica que nos va a ayudar en muchas áreas de nuestra vida así como a entender un poco el mundo de la ciencia ficción que, para muchos de nosotros de verdad que es complicado. 



Se que todo ocurre en el momento perfecto, nunca me pregunté porque no vi estas películas mas chica… ahora se que tal vez el mensaje de ellas no se me habría transmitido o no le hubiese aprendido.

Por ello me atreví a escribir sobre esto y aunque tal vez no sea un texto muy informativo si quisiera invitarlos a que se tomen el tiempo y vean la saga, de ser posible, antes de que aparezca un nuevo episodio: “El despertar de la Fuerza” que esta programado para salir el 18 de Diciembre del presente. 



A continuación les comparto algunas frases celebres de la película, para aquellos que no la han visto se den una idea a que me refiero. 

- "Que la fuerza te acompañe" -Orden JEDI. 

-"No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes" -Maestro Yoda. 

-"El miedo es el camino al lado oscuro, el miedo te lleva a la ira, la ira te lleva al odio, el odio al sufrimiento" -Maestro Yoda. 

-"Siempre ha de haber dos, ni mas ni menos. Un maestro y un aprendiz" -Orden JEDI. 

-El tamaño no importa. Mírame a mí. Me juzgas por mi tamaño, ¿eh? Y no deberías, porque mi aliada es la fuerza, y una poderosa aliada es… La vida la crea, la hace crecer, nos penetra y nos rodea… ¡Seres luminosos somos! ¡No esta cruda materia!” -Maestro Yoda. 

“Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad.” -Maestro Yoda. 


domingo, noviembre 15, 2015

Poema a Superman.

Ella despierta
se maquila una sonrisa en la boca porque recuerda... 
entonces sonríe. 
Pues, la noche anterior durmió pensandose en él. 

Él, la motivo... 
a lanzarse sin saber cuando parar. 
Así se lanzo.

Él la movió... 
porque al ritmo del latido de sus corazones, juntos, le muestran el camino de todos los días. Continúan sincronizados, 
intuitivos, 
espontáneos y 
grandes... 
Así son los dos.  

Luego ella ya bien despierta se lava su cara, 
se ve al espejo,
se observa lento y 
luego ve aquél Agosto del 2008: 
apretada multitud,
discursos políticos,
y así todo se detuvo y sólo sus miradas gritaron: ¡Eres tú! 

¿Cuanto tiempo paso?...
Quizá algunos días, 
con meses, 
con años.  

Ella lo acompaña,... 
cuando no le tiene listo el café en la mañana; 
ella lo acompaña, 
lo abraza, 
lo sostiene, 
lo alienta 
y le recuerda, constante pisar fuerte. 

Él la levanta, 
la mantiene, 
la convierte, 
la apoya 
y motiva para seguir tintando esto, 
con besos, 
con palabras, 
con letras, 
con miradas, 
y canciones... 

Es real. 
Como lo es su capa y sus botas en el piso. 
Como lo es su escudo cargado al pecho. 
Como lo es su flequillo al viento. 


martes, noviembre 10, 2015

Sobre la Belleza.

Siempre escuchamos decir: “lo que importa no es la belleza exterior, sino la belleza interior”. Pero no hay nada más falso que esa frase.
Si así fuera, ¿Por qué las flores harían tanto esfuerzo para llamar la atención de las abejas? Porque la naturaleza anhela la belleza. Y solo queda satisfecha cuando ésta puede ser exaltada.
La belleza exterior es la parte visible de la belleza interior. Y se manifiesta por la luz que emana de los ojos de cada uno. -Extracto del Manuscrito Encontrado en Accra de Paulo Coelho

Siempre nos preocupamos por vernos y vestir bien. Como mujeres somos vanidosas en mayor o menor grado y eso no es malo. Muy por el contrario, creo que es una característica que nos distingue y que, a su vez la mayoría de las veces, nos da seguridad.

Sin embargo y por naturaleza, nunca estamos satisfechas con nosotras mismas. Mientras nos probamos la ropa pensamos: si tuviera más aquí y menos acá… en fin, nos encanta y nos aprisiona a la vez… pues nos volvemos esclavas de lo que la mente nos dicta pero, ¿cuándo nos dice que nos pongamos un corazón grande para ser felices y vivir en paz?

Es importante estar bien adentro como afuera. De qué sirve usar el mejor maquillaje, si por dentro cargamos rencor y éste mismo comienza a marcarnos arrugas en la frente… por que, es cierto ya lo comprobé.

Cuando me siento exaltada, desesperada o molesta, inconscientemente frunzo el seño, hasta que me doy cuenta y aligero mis cejas. Luego esto se ve reflejado en el rostro y esto es cuestión de belleza.
Cuando cargamos en nuestra espalda tantos perdones no dados, nos volvemos pípilas caminando; nuestra postura se vuelve chueca, trayéndonos después problemas en la espalda. Esto es también cuestión de belleza, pues no es buena imagen sentarse agachado.
Esa búsqueda de aceptación social, la que -muchas veces- nos hace olvidar nuestra propia belleza, en lugar de aceptarnos como somos y dejar de imitar lo que vemos a nuestro alrededor.

Cuando miramos un cedro, no pensamos: “las ramas deberían medir todas lo mismo”. Pensamos: ¡es fuerte!

Más que el reflejo, creo que los ojos son el espejo de nuestra alma. Úsalos y date cuenta de que en el mundo no existe otro como tú. Lo bello no reside en la igualdad, sino en la diferencia y en la conciencia de ésto.



sábado, noviembre 07, 2015

Preguntas sin respuesta.

¿Cómo sí? 
Es una pregunta que me ha estado pisando la cabeza y la conciencia estos últimos meses… 
¿Cómo sí?

Cómo le hacen los que sí pueden. Los que así, deliberadamente creen una y otra vez.
Cómo le hacen los que un día deciden levantarse y jamás caerse, ¿Qué tipo de zapatos y alma tienen?
Cuántas lecciones se tienen que repasar para aprender que toda cosa buena o “mala” está dentro de uno mismo y que, a través del poder de decisión es que ésta aparece o se esconde.
Cuántos años tienen que pasar para que pueda decir que he llegado a descubrirme. Pienso, podría tener 60 años y aún no haber terminado de conocerme. Luego mi cabeza me grita un murmullo que cita: no necesitas conocerte, sólo necesitas mirarte a los ojos y aceptarte.
Cuantas piedras me tengo que encontrar para decir que cada una me ha hecho fuerte y me ha servido para darme cuenta de dónde es que estoy parada y cuál es mi dirección… por que, ciertamente el camino lo hago yo, pero en él están éstas…
Luego en este renglón me detengo, porque leyendo-me doy cuenta de que estoy escribiendo sólo de cantidad… y si le sigo preguntando a la vida mejor en términos de ¿para qué?
Cuando era niña, recuerdo que uno de los pesares de mi madre era que todo lo preguntaba y cuestionaba. Lo que me encanta de ella es que desde entonces hasta ahora siempre tiene una respuesta, me guste o no, la tiene. Y aquí es donde vuelvo a hacer una pausa para desear tener a mi madre para toda la vida y que sea deseo de Dios morir primero para que sea ella quien pregunte el porqué y no yo.
Como pueden ver, en mi cabeza cargo muchos “no se”… los que traslado a una gorda y bien pesada incertidumbre. Y no de esas en las que las que la consigna es “arriésgate, aprende y ganarás”… sino aquella que me motiva a reflexionar sobre si debo seguir caminando o detenerme un momento y respirar.
¿Cómo recordar los sí y saber que nacimos creyendo y dando pasos gigantes?

¿Cómo saber que los no, son solo juegos mentales que llegan y se van, pero nunca se quedan, como la verdad…?

jueves, noviembre 05, 2015

El día que conocí a Superman.


 Y ahí estaba yo, sentada en una plaza con bancas viejas y despintadas. A mi lado derecho un nogal, a mi lado izquierdo un naranjo. Se escuchaba tanta paz y digo que se escuchaba porque en ese momento no la sentí.
Llevaba, mi cabeza agachada y con justa razón, habíamos perdido una elección. Y más que una elección yo había perdido la certeza de que un escenario ideal podía hacerse realidad. Así que ésto no existiría más.

Giré mi cabeza y observe el naranjo. Tenía pocas naranjas, lo que lamente pues mi estomago gritaba muy fuerte. Me detuve a pensar en el color blanco de la camisa que llevaba puesta, enseguida mire al frente y tal cual un lienzo blanco frente a mi, recordé aquel día en que me cruce en el camino de Superman.

¡Va a mi lado! –pensé.

Me hizo algunas preguntas huecas, estilo: ¿Cómo estas?, ¿Qué haces?... yo solo veía su labio superior, formando ese ángulo invertido, casi como un pico muy carnosito, me dije: ¡Qué rico! Enseguida él giro su cabeza hacía mi y moviendo su copete me pregunto: ¿Qué dijiste?  Rápido entendí que no sólo lo había pensado, así que tuve que seguir la dinámica del “nada, ya sabes… que me decías”…

Recordé también que caminamos mucho. Las plantas de mis pies me demandaba una banca cómo en la que ahora estoy sentada. Al no haber encontrado alguna, mire de nuevo a Superman y me di cuenta de que no llevaba capa, lo cual me pareció extraño, pues esta chamba no tiene horario. Me decepcione un poco porque sabía que no me podría invitar a volar.

Seguimos caminado…

Después de algunos kilómetros, llegamos a un restaurant y pedimos una mesa. Se puso frente a mi y eso me gusto pues tenía su labio superior de frente y entero para verlo, solo para verlo.

El continuó hablado de mucho y de nada. Ordeno una limonada mineral para mi y una natural para él. Ahora mismo pienso que me vendría muy bien un vasito de eso, hace mucho calor.  

Ahora mire al naranjo y luego regrese al fondo blanco dónde proyectaba lo que les estoy contando.

Cerrando mis ojos, aliste en mi mente el sabor que tubo aquella limonada y cómo la saboreé. Ya no miraba su boca, hablaba más con sus ojos y mejor me quede ahí, tratando de descifrar lo que nadie ve y pude saber que yo le gustaba, que siempre miraba mi labio inferior preguntándose a que sabría un choque con él. 
Ahora se que él usó su visión de rayos x  que tan grande y vasta era mi alma y supo que debía permanecer ahí, lo se porque tuvo mucha vida antes de mi.

Me puse de pie y camine por la placita en la que estaba y cambie de banca. Ahora tenía al nogal y al naranjo frente a mi.
¡Que rico! Imaginando que mordía un gajito de naranja con chamoy…

Me reí. Pues recordé aquel postre que probé, era una generoso pedazo de queso panela con conserva de naranja. Cuando lo vi no me apeteció probar. En lugar de ello note que mi cartera se había caído y misma que me disponía a levantar, en cuanto el antebrazo de Superman y el mío chocaron al mismo ritmo y tiempo, enmudecidos y arqueando ese labio que tanto me había hablado, acercándose y recitándome un ¡por fin! exhausto, me beso encarnadamente largo.


Ah que rico, postre probé…