Cuando beses, cuando abraces, cuando des y cuando recibas.
Cuando quieras y cuando no, también.
Para acordarte.
Para olvidar.
Para ser.
Para estar.
Para cantar.
Para empezar.
Para sentir.
Para terminar.
Y cuanto más verbo quieras acomodar.
Abre los ojos,
para que puedas verte hasta el fondo y conocer todo lo que eres.